conceptos abstractos

ConceptosAbstractos es una valvula de escape. Critica social, filosofia, politiqueo, y lo que se me ocurra. Se que algunos textos son un tanto espesos, pero creo que valen la pena. Vosotros direis.

Tuesday, November 20, 2007

RESUMEN CRÍTICO DEL LIBRO "ESO QUE SOMOS" DE AGUSTÍN GONZÁLEZ

Lo propio de la antropología filosófica es responder a la pregunta “¿Qué es el hombre?”. En este tratado, el título “Eso que somos”, denota que el hecho de plantearse esta pregunta supone admitir que el objeto investigado es el mismo que el que investiga. A partir de aquí, surge la duda sobre cómo conocerse.

Cuando se intenta entender al hombre a partir de sus manifestaciones, de una forma fenomenológica y no especulativa, sucede que “solo podemos conocernos cómo apariencias en el tiempo y no como algo en si mismo”, es decir, que no podemos llegar a descubrir un “yo esencial” propio de la metafísica tradicional, porque como dice Kierkegaard: “La existencia precede a la esencia”. Así entendida, la “esencia” del hombre sería un proceso continuo de formación y el hombre aparecería como “ser indeterminado que tiene ante si la tarea de realizarse, que propiamente no es un “es” sino un “siendo” que no tiene naturaleza sino historia”.

Esta indeterminación, propia del Homo sapiens, es una desorientación absoluta en su relación con el entorno. Como fruto de esta desorientación, el hombre emprende diversos procesos históricos que desembocan en sistemas morales y éticos que tienen por objetivo regular la vida común del hombre y que también funcionan como “antídotos contra el miedo y la angustia” al responder a la pregunta sobre cómo obrar. El máximo exponente de estos procesos, por ser capaz de englobar dentro de si otros procesos similares, es la Cultura. Así, “decir que el hombre es un animal cultural es admitir que el proceso de identidad es un proceso con el otro” y a partir de aquí, no queda sino admitir que la cultura es resultado del “mit-sein” Heideggeriano.

Algunos sociólogos como Durkheim hablan de la religión como el hecho social, o cultural, genuino y por excelencia. De esta manera, la Cultura no puede ser concebida sin la construcción de un mundo mitológico compartido por todos los integrantes de esta cultura y como apunta P. Sloterdijk, tanto la mitología antigua como la mitología moderna funcionan como organizadores del olvido colectivo. Por lo tanto, la cultura es también, no solo una forma de regular la vida común, sino la organizadora del olvido existencial comunitario entendido como la determinación que alivia la angustia del ser indeterminado.

Al preguntarnos por este miedo y esta angustia existencial, Sartre responde recordándonos que el hombre es un ser condenado a ser libre, es decir, que es capaz de decir “no” y por lo tanto de tomar decisiones y proponerse fines. Entiende la libertad como “capacidad nihilizadora de la consciencia”, es decir, que el origen de la libertad humana está en su autoconciencia de si, en esa forma de poseerse doblemente. Esta conciencia sitúa al hombre como el único animal que tiene “percepción de la percepción” y de esta manera llegamos a lo que Plesner llama “inmediatez mediada” como la forma que el hombre tiene de mediar su relación con el entorno. Esta mediación, esta capacidad de reflexión con respecto a lo inmediato, da cierta distancia al animal hombre respecto al mundo que lo rodea y está al origen de la capacidad humana de abstracción. Así, podría entenderse que lo propio del hombre es su capacidad de abstracción y que el fruto de esta abstracción es el mundo “humano”, mediado.

La tecnología sería uno de los rasgos distintivos del Homo sapiens respecto a otras especies por tratarse de una forma de relacionarse con el medio que “es lo contrario a la adaptación al medio” y que pretende “aumentar el poder hacer del hombre”. La tecnología, que a lo largo de la historia ha ido ocupando cada vez más espacios de la vida humana, es un buen ejemplo para entender cómo el humano “construye” el mundo. E. Agazzi advierte: “Los productos de la tecnología han penetrado tan profundamente en nuestra vida cotidiana, hasta en los detalles mas pequeños, que la “condición natural” del hombre moderno viene representada por su mundo artificial.”

Una vez más, esta capacidad de abstracción, pues, es el origen del mundo humano, artificial, y entre sus creaciones más conocidas están el lenguaje, la técnica, el arte, la religión, en definitiva: la cultura.

Así, cuando nos hagamos la pregunta sobre qué es el hombre, sobre eso que somos, la respuesta será X, pero un X, capaz de crear.